
- Tiempo de Preparación 0-30
- Tiempo de Cocción 20
- Porciones 4
La rúcula silvestre ya la comían los romanos. Tuvieron que pasar 2000 años para que comenzara a ser cultivada en la región del Véneto. En la década del 90 se impuso en el mercado europeo y luego en Norteamérica, donde aparte de ponerse de moda, fue valorada por su alto contenido en hierro y vitamina C.
1.Ingredientes
• 4 filetes de lomo de 3 cm. de grosor
• 2 atados de rúcula
• 1 cubito de caldo de verduras
• 1 taza de crema de leche
• 1 taza de leche
• 1 cda. de maicena
• 2 cdas. de aceite de maíz
• 1 cecolla picada fina
• 2 cdtas. de sal
• 1 cdta. de pimienta negra
2.Preparación
1Lava y corta los tallos de rúcula. Guarda algunas hojas para la decoración final del plato.
2Pon a hervir agua con el cubito de caldo de verduras y cocina las hojas de rúcula durante 5 min. Con una espumadera las escúrrelas y licúalas con la crema de leche, junto con una cucharadita de sal.
3En una olla pequeña calienta la taza de leche donde habrás disuelto la cucharada de maicena. Sin dejar de revolver, cuando rompa el hervor agrega el licuado de rúcula y cocina estos ingredientes durante 5 min. Apaga el fuego y resérvalos en esa olla.
4En una sartén grande pon a rehogar la cebolla picada con las dos cucharadas de aceite junto con los lomos (5 min. de un lado). Luego de darlos vuelta, agrega sobre ellos sal y cocínalos otros 5 min. cuidando de que no se pasen de punto. Antes de completar su cocción agrega sobre ellos la salsa de rúcula caliente. Sirve los lomos salseados decorando los platos con hojas de rúcula fresca.
3.Consejo
El complemento ideal para acompañar este lomo sería una guarnición de puré de calabaza.